Información Institucional

Misión

La Institución Educativa Francisco José de Caldas, es un establecimiento de carácter oficial que ofrece los niveles de preescolar, básica primaria y secundaria, media académica y técnica, bachillerato por ciclos y programas flexibles, creada para la formación integral de la comunidad tibuyana con carácter inclusivo, a través de un Proyecto Educativo que incida significativamente en el desarrollo de sus competencias intelectuales, laborales y ciudadanas.

Visión

La Institución Educativa Francisco José de Caldas, será reconocida por ser gestora de paz, por su excelencia administrativa y académica, líder en el respeto a los derechos humanos y la promoción de desarrollo integral de la región del Catatumbo.

RESEÑA HISTÓRICA

EL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

 

En todas partes, hay instituciones que son un ícono y son referente de una comunidad o región, me haría interminable en nombrarlas una por una por su valía o supremacía; ellas son las que congregan a sus miembros como lo hace una madre en su regazo para recibir a sus hijos, por tal motivo, me voy a referir solamente a una institución que logra que los tibuyanos se llenen de orgullo al apellidarse CALDISTA, ser miembro de la familia es un honor que cuesta y muy pocos en Tibú no lo son, aunque por diferentes motivos han llegado a serlo, sin haber recorrido sus instalaciones educativas.

El colegio Francisco José de Caldas llega a sus cincuenta años ininterrumpidos pletórico de juventud y dejando una impronta imperecedera en los jóvenes que han pasado por sus salones  y que los ha llevado a destacarse en diferentes actividades profesionales y técnicas.

Los que recordamos que en el segundo semestre de 1.967 la Asamblea Departamental creó por Ordenanza al colegio Departamental Integrado de Bachillerato en el corregimiento, nunca llegamos a presentir que 50 años después, la institución educativa fuera a llegar a la cumbre en donde hoy se encuentra y que por solicitud de la Junta Comunal de ese entonces, se le sustrajeron, al Instituto Nariño, 16 estudiantes de los cuales solamente recuerdo a Jesús Alberto Escalante Jaime, Carmen Ramón López Buitrago, Amira Ascencio y  a Rafael Porras con el fin de que se iniciara el bachillerato dirigido entonces por el rector señor José Rosario Bermúdez y dos profesoras, Ana Dilia Yaruro y Carmen de quien no evoco su apellido, quienes se encargaron de sentar las bases y de iniciar la obra educativa en las instalaciones del Salón Carmen, local propiedad de don Alfonso Briceño, alto ejecutivo de la Colpet, allí mismo en donde hoy funciona el comando de la Policía Nacional. Un año después la Empresa petrolera Colpet dona los terrenos y la estructura en donde funcionaba el comisariato y para allí se trasladó el colegio Departamental bajo la dirección del señor Luis Fernando Ardila Moreno; el destacamento militar del Grupo Maza, acantonado en Tibú, mientras tanto se encargó de desarmar y armar los campamentos petroleros, también donados por la Colpet, para que fungieran de aulas a los jóvenes tibuyanos, convirtiéndose desde ese momento en el centro estudiantil más importante de éste lado del Catatumbo.

La institución ha registrado una gran metamorfosis tanto en el plano educativo como en el plano físico y estructural, pasó de llamarse en sus albores colegio Departamental integrado o colegio “Francisco José de Tablas”, con un rector , dos profesoras y 16 estudiantes a contar con un rector, dos coordinadores, más docentes, un gran número de alumnos y dos jornadas de atención al día en la sede central y  a ser el epicentro de diferentes demostraciones culturales y cívicas de la región, casi podemos decir que sus instalaciones han sido la muestra de muchos actos democráticos  y de cariño institucional, su nombre fue producto de una votación popular; en la época más violenta y por ausentismo de los rectores que eran amenazados, se eligió rector por votación democrática,  suceso sui generis en el país, en el 2001 cuando fuimos invadidos por los “Raspachines” y por haber incendiado  y robado los instrumentos de la banda de marcha del colegio, la comunidad caldista se levantó en contra de los usurpadores obligándolos a  desocupar la ciudad y además cualquier evento organizado y realizado por el colegio, como el día de la colombianidad, la semana cultural, con sus comparsas y el festival vallenato o las jornadas deportivas, son esperadas y respaldadas con afecto y admiración, por eso el Francisco José de Caldas es el orgullo de todos y cada uno de los tibuyanos, puesto que desde el 30 de septiembre del 2002, por resolución 00874, se crea la Institución Educativa Colegio Departamental Francisco José de Caldas y se le adicionan las siguientes sedes: Colegio Básico Pueblo Nuevo, Escuelas La Esperanza, Kennedy, Marco Fidel Suarez, Camilo Torres y la Unión, contando entonces con un rector, cinco Coordinadores, 150 docentes y una Psicóloga y 4.200 alumnos, muchos de sus egresados ocupan hoy cargos públicos y privados con lujo de detalles.

Cumplir CINCUENTA años, ¡medio siglo! y estar empoderado de esa forma en la región es apenas un pequeño peldaño de lo que esperamos le suceda al colegio FRANCISCO JOSE DE CALDAS en su devenir educativo. ¡FELICITACIONES!

Julio Cesar Jaime Martínez.

Septiembre de 2017.

SÍMBOLOS INSTITUCIONALES

ESCUDO

 

Himno Institucional

CORO

Con gozo indescriptible
venimos a entonar
un cántico sublime
de ciencia y libertad.

III

Las selvas y los montes,
del vasto Catatumbo,
protegen la morada
del indio motilón.
De pronto sus follajes
se tornan en capullos
y dejan estampada
la cruz del redentor.

I

Las aulas del colegio.
Cuál fuentes cristalinas
liberan nuestra mente
del trágico pensar,
destruye la ignorancia,
furtiva entre la sombra,
en ánfora divina
nos dan prosperidad.

IV

La vida es una lucha
de hombres incansables,
por ello nuestro pecho
palpita con furor.
Los libros de la ciencia
portamos con orgullo,
con épicos clarines
cantamos al Creador.

II

Tibú es nuestro suelo,
Colombia, la esperanza,
a Caldas y su nombre
llevamos con honor.
Cultura es nuestro lema
trabajo la divisa
el faro de la ciencia
buscamos con fervor.